Por Alejandra Izaguirre Hernandez

Retomando el tema de la seguridad del intercambio de información entre empresas y clientes, no sólo es relevante el canal empleado para las comunicaciones (recordando que Whatsapp no es el medio más seguro), sino también el formato utilizado para transmitir dicha información. Y es que en numerosas ocasiones, ya sea porque es más fácil sacar una foto con el móvil en el momento, ya sea por no tener en casa un escáner, existe una cierta tendencia a enviar documentación relevante a los despachos de abogados por medio de fotografías hechas con el móvil, que suelen utilizar el formato JPG.

Esto no sólo puede plantear un problema de legibilidad, (los JPGs al utilizar un algoritmo de compresión hace que la imagen pierda calidad y acabe pixelada), sino que además, por ser una imagen, es relativamente fácil de modificar sin que quede constancia de dicha modificación. Así, actualmente existen numerosos programas de edición de imagen que emulan al famoso Photoshop, algunos incluso gratuitos, como FireAlpaca o Photopea, con los que se puede editar información contenida en la imagen de un documento sin que se note.

Una de las maneras que existen de probar que un archivo no ha sido modificado por otra persona es con el empleo de la Firma Electrónica, pero esta opción no está disponible para archivos de imagen. Por ello a la hora de enviar documentación relevante y personal es recomendable que, aunque el documento a enviar se haya digitalizado por medio de una foto (porque a efectos de legibilidad siempre es mejor escanear dicho documento), convertir el archivo en un PDF. Sin embargo, también hay que considerar cómo hacemos dicha conversión.

Existen numerosos conversores de archivos de imágenes o textos a PDF online, pero una vez subes dicho archivo no existe forma de confirmar que la página web que emplees como conversor borre el archivo original. Por ello la mejor opción es utilizar un conversor en local, y para este caso en concreto ni siquiera hace falta descargar ningún programa. Tanto si utilizas Microsoft Word como Google Docs tienes la opción de convertir cualquier archivo de texto o imagen en PDF al utilizar la pestaña “Guardar como” en el primer caso o “Descargar” en el segundo.

Finalmente, y como curiosidad, los despachos de abogados necesariamente trabajan utilizando archivos con formato PDF. Y es que necesariamente deben acceder a una plataforma para intercambiar documentos judiciales, tales como escritos, notificaciones y demandas, junto a otros profesionales como los procuradores: Lexnet. Así, a la hora de enviar documentos, tanto elaborados por los mismos profesionales, como adjuntos aportados por sus clientes, la plataforma exige que dicha documentación se envíe en formato PDF.

Desde su lanzamiento inicial en 1993, pasando por su lanzamiento oficial como un estándar abierto en 2008 y publicación por la Organización Internacional de Estandarización como ISO 32000-1, hasta la actualidad, el formato PDF se presenta así como uno de los más seguros y fáciles de emplear en las comunicaciones entre clientes y empresas.

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