Por Alejandra Izaguirre Hernandez
La Estrategia de Seguridad Nacional, aprobada como Real Decreto, constituye el marco político estratégico de referencia de la Política de Seguridad Nacional. Ésta abarca el análisis del entorno estratégico, concreta los riesgos y amenazas que afectan a la seguridad nacional, define las líneas de acción estratégicas en cada ámbito de actuación y promueve la optimización de los recursos existentes.
Desde la aprobación de la primera Estrategia Española de Seguridad en el año 2011, se ha continuado con un pensamiento estratégico hasta la actualidad de forma ininterrumpida, lo cual ha sido en general visto como un hecho positivo. Así, el 28 de diciembre del año pasado se aprobó el Real Decreto 1150/202 por el que se aprueba la Estrategia de Seguridad Nacional 2021, derogando el Real Decreto 1008/2017, de 1 de diciembre, por el que se aprueba la Estrategia de Seguridad Nacional 2017.
Lo llamativo de esta nueva Estrategia es que se adelantó su renovación, y ello fue debido, por un lado, al impacto de los cambios que han afectado en el ámbito de la seguridad la COVID-19 y en el aumento del empleo de estrategias híbridas. El segundo condicionante del porqué se adelantó su renovación lo encontramos en la prevista reunión de la semana pasada, la XXX Cumbre de la Alianza celebrada en Madrid, donde se aprobó el nuevo Concepto Estratégico de la OTAN.
La Estrategia de Seguridad Nacional 2021 se estructura en cinco capítulos, donde en su capítulo cuarto, titulado “Un planeamiento estratégico integrado”, se exponen los objetivos planteados y establece tres ejes estratégicos (Proteger, Promover y Participar) sobre los que se articulan las líneas de acción de la política de Seguridad Nacional. Estos objetivos son:
- Avanzar en el modelo de gestión de crisis
- Favorecer la dimensión de seguridad de las capacidades tecnológicas y de los sectores estratégicos
- Desarrollar la capacidad de prevención, disuasión, detección y respuesta de España frente a estrategias híbridas
Por su parte, en su capítulo tercero se recogen los distintos riesgos y amenazas que pueden afectar a la Seguridad Nacional. Como principal novedad se han incluido en este tercer capítulo las campañas de desinformación como amenaza y riesgo para la seguridad nacional ya que, por un lado, supone una grave amenaza para los procesos electorales y, por otro, tiene como objetivo dividir la sociedad en extremos opuestos y minar la confianza en las instituciones.
Precisamente por ello, el pasado 15 de junio se publicó en el BOE la Orden PCM/541/2022,de 10 de junio, por la que se publica el Acuerdo del Consejo de Ministros de 31 de mayo de 2022, por el que se crea el Foro contra las campañas de desinformación en el ámbito de la Seguridad Nacional y se regula su composición y funcionamiento. Este Foro nace como espacio de colaboración público-privada, en el que se buscan y recomiendan iniciativas con el objetivo de fomentar el conocimiento de la amenaza de las campañas de desinformación, así como para la realización de diferentes actividades conjuntas y participativas.