Por Karla Caridad Presas Gener
La mediación se ha convertido en una herramienta fundamental en el ámbito jurídico, ofreciendo una alternativa eficaz y beneficiosa para resolver conflictos. Aunque tradicionalmente se ha utilizado en situaciones de disputas civiles y familiares, la mediación también puede desempeñar un papel crucial en los conflictos legales. En nuestro ordenamiento jurídico se regula en la Ley 5/2012, de 6 de julio, de mediación en asuntos civiles y mercantiles.
- Reducción de la congestión judicial
Uno de los principales beneficios de la mediación en los conflictos legales es la reducción de la congestión en los tribunales. Los sistemas judiciales enfrentan una carga de trabajo abrumadora, lo que lleva a retrasos significativos en la resolución de casos. La mediación permite a las partes involucradas abordar sus problemas de manera directa y colaborativa, evitando la necesidad de un juicio prolongado. Esto libera tiempo y recursos judiciales para tratar asuntos de mayor complejidad y relevancia.
- Ahorro de tiempo y costos
Las disputas en los tribunales pueden ser largas y costosas. Los litigantes a menudo gastan una cantidad significativa de dinero en honorarios legales y enfrentan demoras considerables antes de obtener una resolución. La mediación, en cambio, tiende a ser más rápida y asequible. Las partes pueden programar sesiones de mediación en plazos más cortos y, en muchos casos, el costo total de la mediación es mucho menor que el de un juicio.
- Mayor control sobre el resultado
En un juicio, el resultado final está en manos del juez. En contraste, la mediación permite a las partes involucradas tener un mayor control sobre el resultado. Pueden trabajar juntas para encontrar soluciones que satisfagan sus intereses y necesidades particulares, en lugar de depender de la decisión de un tercero. Esto a menudo conduce a acuerdos más satisfactorios y duraderos.
- Preservación de las relaciones
En muchos casos, las partes en disputa tienen una relación que debe continuar después de la resolución de un conflicto. Esto es especialmente relevante en disputas familiares, comerciales o laborales. La mediación fomenta la comunicación y la colaboración, lo que puede ayudar a preservar esas relaciones, incluso cuando las partes no están de acuerdo en todos los aspectos. La capacidad de trabajar juntos constructivamente puede ser invaluable en situaciones en las que las partes deben interactuar en el futuro.
- Flexibilidad y adaptabilidad
La mediación se adapta a una amplia gama de casos y circunstancias. Puede aplicarse en disputas de divorcio, disputas comerciales, disputas de propiedad, herencias y mucho más. Además, la mediación es adaptable, lo que significa que las partes pueden diseñar soluciones específicas que se adapten a sus necesidades individuales, lo que a menudo no es posible en la vía judicial.
- Confidencialidad
El procedimiento de mediación y la documentación utilizada en el mismo es confidencial. Los mediadores y las personas que participen en el procedimiento no están obligadas a declarar o aportar documentación en un procedimiento judicial sobre la misma disputa.
- Cumplimiento de acuerdos
Los acuerdos alcanzados a través de la mediación a menudo son más propensos a ser cumplidos en comparación con las decisiones judiciales. Esto se debe a que las partes han tenido un papel activo en la elaboración de las soluciones y, por lo tanto, están más comprometidas con su cumplimiento. Además, los acuerdos de mediación pueden convertirse en un título ejecutivo si es homologado por un juez o elevado a público por un notario.
La mediación es una herramienta valiosa que puede ayudar a agilizar y mejorar los conflictos legales de nuestra sociedad. Al reducir la congestión judicial, ahorrar tiempo y costos, brindar mayor control a las partes, preservar relaciones y adaptarse a diversas circunstancias, la mediación se ha convertido en un recurso esencial en el ámbito jurídico. Los tribunales y las partes involucradas pueden beneficiarse enormemente al considerar la mediación como una opción viable para la resolución de conflictos.
En esta materia es relevante la sentencia del Tribunal Supremo número 109/2011 de 2 marzo. Esta resolución estipula que en vía judicial se pueden aportar los acuerdos libremente adoptados en la mediación sin que se considere una vulneración del derecho de confidencialidad.